Sobre Noraya
Como estudiosa de la Gran Obra a través de diversas tradiciones y escuelas, he dedicado mi vida a la investigación de nuevas formas ancestrales de comulgar con el Gran Misterio y recuperar el sentido de lo sagrado. Mi propósito es ayudar a las personas en su transformación. Puedo ponerlas en contacto con su propio poder interior, en unos casos recuperando el poder que han entregado a otras personas o a determinadas circunstancias, y en otros reconociendo el poder interior que nunca han conocido antes y que vive latente en cada una de las experiencias que han vivido.
Conozco las profundidades de la experiencia humana y el enorme potencial transformador que tiene el trauma para despertar nuestra esencia y ponernos en contacto con nuestro ser original.
Trabajo desde un lugar de profundo poder que se encuentra en el interior de todos nosotros, más allá de las consideraciones de la mente social, cultural y racional. Este lugar que podemos llamar Presencia, es reconocible por las personas que entran en contacto conmigo y de esta manera lo despiertan en su interior. Así conectan con su propia autoridad, discernimiento y poder personal.
Se me da bien la creación de espacios donde encontrar herramientas e inspiración para recordar quiénes somos y abrirnos a la belleza del corazón.
A través de la Formación de Liberación del Pericardio, creamos juntos un espacio profundamente transformador donde encontrar herramientas e inspiración para recordar quiénes somos y abrirnos a la belleza del corazón.
Actualmente me encuentro inmersa en la escritura, con el foco en la creación de una serie de talleres y un libro sobre la transformación de la conciencia, todos estos trabajos inspirados en el pensamiento mágico Egipcio y en mi propia conexión con lo Invisible a lo largo de toda esta experiencia de vida.

CÓMO LLEGUÉ HASTA AQUÍ
Desde 2013 me dedico a dar tratamientos de Liberación de Pericardio y desde 2017 también formación.Mi camino es en esencia un camino hacia el amor. Mi historia personal me llevó a experimentar la soledad desde pequeña. Con el tiempo aprendí a disfrutarla y facilitó el contacto con mi mundo interno desde una edad muy temprana.
La primera parte de mi vida me trajo experiencias muy intensas a nivel anímico, lo que me llevó a aceptar cualquier experiencia como posible catalizador de cambio, transformación y crecimiento.
Mi nombre significa “La luz existe”. Provengo de un linaje materno de médicos y científicos, y por parte de padre soy heredera de un linaje de bomoh (mujeres y hombres medicina) proveniente de los nativos Jakun de las selvas y ríos de la península malaya, y de los Minnangkabau, grupo matriarcal del oeste de Sumatra y Malasia.
Conocí a maestros que me hicieron experimentar lo que es ceder el poder a otros, poner la autoridad sobre nuestra vida en manos de otras personas. Gracias a estas experiencias, decidí que mi trabajo estaría centrado en empoderar a otras personas para ayudarlas a ser lo que han venido a ser en toda su plenitud.
En mi búsqueda por diferentes escuelas de sabiduría, iba creciendo la certeza de que el Corazón era la llave maestra para mi propio despertar, lo que me llevó al trabajo con la Liberación de Pericardio.
Confiar en mi intuición, descubrir el amor en mi y aprender a convivir con la vulnerabilidad que supone en encuentro con el otro desde un lugar auténtico, me ha traído hasta el momento presente, hasta el momento de darme cuenta que soy, esencialmente, un ser lleno de amor en constante proceso de autoconocimiento.